Following recurring awards, similar, etc and the censorship of The New York Time and the drawing of Antonio Antunes that causes such a crazy decision by the directors of that publication.
We are all talking about the censorship of The New York Times. And little or nothing about recurring, trite, elementary ideas … we continue to draw the first thing that appears in our heads. Little need to document and demand excellence in ideas and achievements. Humor is associated with intelligence. We are doing “humor” without asking if it is bland, novel, vulgar or inappropriate, it seems that “anything goes”. The humor in its different variants (the ironic, the sarcasst, the satirical …) require a complex task of processing information. Humor must be a weapon against vulgarity and stupidity and ridicule, so humor is absolutely bound to be intelligent. When the humorist is excessively offensive or gross, his message loses its constructive or destructive effect (according to the point of view). Mary Wortley Montagu in the 18th century said: “The satire should, like a sharp and polished blade, strike with a touch that is hardly noticeable or seen »
A raíz de premios recurrentes, parecidos, etc y la censura del The New York Time y el dibujo de Antonio que provoca tan descabellada decición por parte de los directivos de esa publicación
Todos estamos hablando sobre la censura del The New York Times. Y poco o nada sobre las ideas recurrentes, trilladas, elementales…seguimos dibujando lo primero que nos aparece en la cabeza. Poca exigencias en documentarnos y exigirnos excelencia en las ideas y en las realizaciones. El humor está asociado a la inteligencia. Estamos haciendo “humor” sin plantearnos si es insulso, novedoso, vulgar o inapropiado, parece que “todo vale”. El humor en sus distintas variantes ( lo ironico, lo sarcástigo, lo satírico…) requieren de una compleja tarea de procesamientos de la información.
.El humor ha de ser un arma contra lo chabacano y la estupidez y lo ridículo, por lo que el humor está adsolutamente obligado a ser inteligente. Cuando el humorista resulta excesivamente ofensivo o bruto pierde su mensaje su efecto contructivo o destructivo ( según el punto de vista.) Mary Wortley Montagu en el siglo XVIII, dijo: «La sátira debería, como una afilada y pulida cuchilla, herir con un toque que apenas se note o se vea»